Entrevista a Sara Reixach y Victor Burgués, socios directores de Chichalimoná

Sara Reixach, socia directora general, y Victor Burgués, socio director de operaciones, dirigen ChichaLimoná
Sara Reixach, socia directora general, y Victor Burgués, socio director de operaciones, dirigen ChichaLimoná

“Adoptamos una imagen corporativa muy potente que genera un fuerte lazo con el consumidor a primera vista”. Sara Reixach y Victor Burgués, socios directores de ChichaLimoná

Sara Reixach, socia directora general, y Victor Burgués, socio director de operaciones, dirigen ChichaLimoná

Sara Reixach, socia directora general, y Victor Burgués, socio director de operaciones, dirigen ChichaLimoná

¿En qué momento nace la idea de ChichaLimoná y cómo fueron los inicios?

Sara R.- En 2014, en un momento de redirección profesional y con posibilidades de inversión se fraguó la idea de abrir un local fruto del trabajo de varios equipos en Barcelona. La obsesión por la excelencia nos hizo juntarnos con Espai Sucre, escuela de gastronomía, y el despacho de diseño y branding Lo Siento para materializar una idea de local que no solo fuera un punto gastronómico sinó también un local donde la experiencia desde varios enfoques fuera lo primero. Así nació ChichaLimoná, una vermuteria gastronómica y cafetería “casual”, por donde poder pasar a cualquier hora del día, encontrarse con amigos en tardes de música en directo o sesiones de DJ con vinilos, disfrutar de productos con una historia y sentido detrás, y sentirse en un espacio único y singular.

El proceso de creación desde la identidad, el naming, la propuesta gastronómica y los partners con quién empezar el camino fue un auténtico disfrute. Trabajar con equipos de alto nivel, presentes en varios ciudades del mundo en sus trabajos y proyectos es garantía de hacer bien el trabajo y conseguir unos resultados óptimos. Conseguimos así crear una marca muy potente, singular y muy personal que reflejaba justamente la idea que teníamos en mente. Un local con dos almas y espacios donde poder pasar a cualquier hora del día. Tanto es así que al poco tiempo de estar abiertos al público el naming de Chichalimoná fue seleccionado en los premios Anuaria 2016.

¿Puede indicarnos de forma resumida cuál es la propuesta de negocio de ChichaLimoná?

Victor B.- Si bien el concepto bebe de las antiguas bodegas de la ciudad, se apostó por reformularlo y adaptarlo a nuestros tiempos, juntando las horas del aperitivo con una oferta gastronómica más amplia y basada en el producto de primera calidad. Chichalimoná es un local con dos espacios: Chicha es una vermutería gastronómica que abarca desde las horas de aperitivo antes del almuerzo hasta las copas de después de cenar. Todo esto con varias propuestas  musicales que amenizan diferentes momentos de consumo con los afterworks de los jueves o los aperitivos de los sábados por la mañana. En cuanto a Limoná, nos encontramos con una cafetería donde el café de especialidad, los zumos naturales y el brunch son su leiv motiv.

¿En un mercado muy concurrido como es el de los locales de restauración, en qué se distinguen de otras ofertas?

Sara R.- La gran cantidad de locales dedicados a la restauración nos obliga a diferenciarnos desde otros enfoques con la competencia. Es por eso que ChichaLimoná optó por adoptar una imagen corporativa muy potente que generara un fuerte lazo con el consumidor a primera vista. Una vez creado este lazo nos hemos dedicado a ofrecer junto con una carta gastronómica cuidada y basada en producto de calidad, una agenda de eventos de dinamización y fidelización de clientes. Con estos eventos, ya sea el “Apaga y Vamonos” de los jueves o los “Vermood Time” de los sábados, conseguimos ser algo más que un local de restauración. En definitiva es poder llegar a ser el “the place to be” para quedar con los amigos, la pareja, para una reunión informal de trabajo, celebraciones, etc., y disponer de todos los requisitos que se demandan: buena gastronomía en un ambiente acogedor y con una oferta musical variada y atractiva.

Con el tiempo hemos podido fidelizar a muchos clientes que nos ven como más que un restaurante, un local donde ir a pasar un buen rato. En una ciudad como Barcelona con diez mil restaurantes y con una continua creación de nuevos locales, es un reto diario poder conseguir ser el “the place to be” para parte del público de la ciudad.

¿Por qué razones han elegido la fórmula de franquicia para su expansión?

Sara R.- La expansión de un negocio en forma de franquicia es una manera de poder aplicar el éxito de nuestro negocio en distintos puntos geográficos  de forma orgánica y con una velocidad que  con recursos propios a veces puede ser más lenta. Además, si bien siempre hay un control, seguimiento y apoyo desde la central, la focalización de cada inversor en su propio local hace que exista una mayor exhaustividad en el control. Podríamos encontrar un símil en las instituciones públicas: cuánto más cerca del ciudadano más efectivas son y menos alejadas de la realidad. Con el control vía franquicia de cada inversor en su propio local y la supervisión por parte de la central se optimizan procesos a la vez que se consiguen los mismos beneficios de la red como son las economías de escala.

¿Su modelo de negocio es exportable a otros países? ¿Puede detallarnos sus expectativas de crecimiento geográfico?

Victor B.- Hoy en día la gastronomía española está al orden del día y es un atractivo internacional. Pero como hemos recalcado anteriormente, el posicionamiento de gastronomía y ocio y la dinamización con que lo hace Chichalimoná para ser el “the place to be” lo hace muy interesante para cualquier mercado internacional. Sobretodo su gran posibilidad de adaptación al ser un concepto que junta restauración y ocio con una metodología muy bien construida de captación de clientes y dinamización de eventos.

¿Contemplan en su estrategia de crecimiento acciones de responsabilidad social, calidad y medio ambiente?

Victor B.- En la estrategia actual de ChichaLimoná ya contamos con este tipo de acciones. En la medida de lo posible siempre intentamos ir a buscar proveedores de proximidad, productos ecológicos y así minimizar nuestra huella medioambiental al máximo. Además con ello fomentamos la economía de nuestra zona de proximidad favoreciendo una red estable de comercio beneficioso para la comunidad. Esta misma estrategia es la que contemplamos en nuestros planes de crecimiento ya que hoy en día no solo es cuestión de ofrecer calidad sino también responsabilidad social y medioambiental haciendo partícipes a nuestros clientes de ello.

¿Qué papel juega la formación y los recursos humanos en el éxito de su modelo de negocio?

Sara R.- Un negocio como es el de restauración donde el servicio al público es uno de los pilares fundamentales del éxito de cualquier empresa que se dedique a ello, la formación tiene  que ser primordial y sobretodo continúa. La cara visible de cualquier negocio de restauración son todos aquellas personas que están en contacto con los clientes ya sea de forma directa como son los camareros o indirecta como son los cocineros. Pero hasta estos que no tienen tanto contacto están trasmitiendo el espíritu de la cocina de nuestro local. Y esto se percibe siempre. El formar un equipo unido, colaborativo y cooperativo es indispensable para conseguir el éxito en este sector.

Nada como un vermut

Nada como un vermut

¿Qué número de locales están ahora en actividad y cuál es su previsión de crecimiento?

Sara R.- Actualmente la existencia del ChichaLimoná original con casi 3 años de vida y con el éxito que ha tendido en este tiempo prevemos un crecimiento en los próximos 5 años de entre 10-15 locales más. Y manteniéndonos fieles a nuestro saber hacer, el éxito de todos los locales ChichaLimoná y la consolidación de la marca es un reto que nos apasiona.

Sara Reixach y Victor Burgués, socios directores de ChichaLimoná

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